La Fundación Rigoberto Figueroa está llevando a cabo una iniciativa verde con propósitos muy concretos: transformar un espacio natural en Guaynabo, Puerto Rico, en un centro de sostenibilidad y autosuficiencia agrícola. Esta acción no solo protege la biodiversidad, sino que también fortalece la economía local y la conciencia ambiental.

El corazón de la misión: sembrar café

Los árboles de café arábico donados representan más que una plantación: son símbolo del compromiso ecológico. Cada planta sembrada fue colocada tras un cuidadoso análisis del terreno, evaluando la exposición solar y el equilibrio con la sombra.

Preparación del suelo y compostaje

El proceso incluyó la preparación meticulosa de los hoyos de siembra. La mezcla usaba tierra rica, arcilla mineral y composta casera—un ejemplo práctico de economía circular y aprovechamiento de recursos.

Un cultivo con propósito

Con una cosecha anual prevista, estos árboles podrían convertirse en la base de una marca local de café. Esta no solo sería una fuente de ingresos, sino también una herramienta educativa y de identidad comunitaria.

Participación comunitaria y sostenibilidad

La fundación invita a la comunidad a ser parte de este proceso: desde seguir el proyecto en redes hasta realizar donaciones para mantener esta misión viva. Cada aportación fortalece el objetivo de un Puerto Rico más verde, resiliente y sostenible.